En las parejas existen con frecuencia, muchas más posibilidades de las que piensan, para resolver los problemas que surjan y continuar viviendo juntos.
Una situación muy diferente es cuando la pareja ya se ha roto por surgir un tercero, o por otras causas por las que el amor ha muerto.
En las diferencias personales, a veces está la complementariedad, lo que le falta a uno, lo puede resolver el otro.
Cuando ambos son conscientes de que pueden aportar algo de sí mismos para la vida en común, y se comprometen al cambio personal, todo es más fácil.
Cuando esperan que "es el otr@" quien tiene que cambiar, están negando sus propias posibilidades de mejorar, para ellos mismos y para la pareja. Si han decidido acudir a terapia de pareja, tendrán una ayuda más objetiva, para salir de su mundo de significados y en algunas ocasiones, de confusión.
Una forma de sabotaje, y al fin de autosabotaje, es tratar de infravalorar la terapia, o despreciar el tratamiento de pareja, alegando que no sirve, o no vale, o los problemas se arreglan con el tiempo. Y es que en algunos casos, los procesos de "negación que utiliza la mente humana", actúan en todas las direcciones.
También en otras personas surge la frustración por la terapia, al no ver al otro componente de la pareja, cumplir las propias expectativas creadas de cómo tendría que ser esa persona.
Cuando una persona mejora, y consigue para ese momento lo mejor de sí misma, es un camino que no está prefijado, es la naturaleza que surge con fuerza y va en su dirección específica, personal...
A veces, sí se marcan distancias, otras, cuando el amor existió, las parejas valoran muy especialmente ver a la otra persona más saludable, más segura, con más autoestima.
Y es el amor a la pareja, lo que servirá para entender el cambio, con respeto, y entendiendo que si esa persona en su esencia es así, será más feliz, y podrá regalar más de su potencial y cualidades a la pareja...el amor..., sí vuelve...!