Así de compleja es la relación de pareja, tal vez a ti, puede que te haya ocurrido o no, a otras personas sí.
Las relaciones se van desarrollando de una forma en la que ambos participan, lo quieran o no, sus comportamientos sí influyen al otr@.
Cuando las situaciones o momentos de conflicto surgen, algunos se echan la culpa de todo, se sienten responsables, sufren y lo pasan mal, es la persona tendente a introyectar las culpas de lo que allí ocurre,de su contexto vital.
Y la otra persona quién sabe, tal vez propicia, sin darse cuenta, o dándosela, que sea el otro el que cargue con las culpas. Siente menos preocupación, menos responsabilidad, como si no contara en ello. Este tipo de personas son las que extroyectan sus responsabilidades.
Y así se las arreglan para intentar demostrar que son los "otros", el otr@, el que ha cometido el fallo, el que tiene la culpa.
Por ello conviene aplicar la observación y captar cómo son las interacciones entre ambos, quién da los pasos y como se complica a veces algo que en principio era sencillo.
Y lo mejor es que incluso sin poner "tan mala intención", puede que la pelota siempre quede en el tejado del otr@.
O no, el que extroyecta las culpas posee el arte del escaqueo y al fin siempre acaba el otr@ con el muerto.
Antes de que la pareja sufra más, interesa solucionar estos procesos latentes a veces y otras tan evidentes, pero ambos tan poderosos que acaban con la relación.