domingo, 6 de septiembre de 2015

LIBERAR A LOS HIJOS... DE SUS PADRES / RELEASE CHILDREN....OF THEIR PARENTS (I)



Cada día, las personas, y también los niños, necesitan interactuar con más gente.

Los niños pequeños que están continuamente relacionándose con las mismas personas, tienen su potencial más limitado, les impide desde pequeños generar más conexiones neuronales, observando los comportamientos de otros.

Cada persona tiene una forma de comunicarse y de establecer su interacción con los niños y ello le nutre al niño especialmente, ya que desde su niñez, va configurando una amplitud de tipologías que posteriormente le desarrollará una inteligencia emocional más consistente.

A su vez es una forma de enriquecer su inteligencia ya que la diversidad de estímulos genera un potencial multidimensional de respuesta en ellos, para a su vez multiplicar sus formas de comunicar con adultos diferentes.

Por otro lado es cierto que los adultos necesitan sus tiempos propios, algo que nutra su "yo" personal, y si no tienen diariamente un tiempo para sus cuidados, su descanso, alguna afición, o sencillamente unos tiempos para desconectar, no estará en las mejores condiciones para interactuar con sus hijos.

Hay padres que por esa falta de descanso, comienzan a culpabilizar a los hijos con diferentes frases. O también hay casos de padres o madres que han tenido que dejar de trabajar para cuidarles y casi de forma inconsciente les están "pasando factura" por ello.

Esa falta de tiempo y recursos para el "yo" de los padres, repercute muy negativamente en los hijos.

Y sí, suelen ser procesos inconscientes de los que no se dan cuenta, pero los hijos al fin sea consciente o no, lo sufren.

Por ello a veces surge la violencia emocional, con intimidaciones, amenazas, negatividad continuada viendo sólo lo negativo.

Y esto ocurre por tener que estar siempre ahí atados a ellos. Liberarse cada día por un tiempo es favorable para ambos.

Conviene romper esa circularidad y dar pasos hacia adelante:

Sí, hay veces que parecen estar con ellos de forma desesperada, al sentirse todo el día con esa responsabilidad de las 24 horas que repercute en falta de movimientos y libertad por tener que atender al hijo, hay que tomar decisiones diferentes.

Evitar perjudicar a los niños y nunca descargar en ellos su frustración.

Un padre o madre se pueden enfadar, pero ser crueles con los niños, nunca!!. 

Los niños al ser pequeños no entienden esas movidas de las personas que aman, sus padres, y les puede dañar mucho. No hay justificación para la crueldad...!

Unos padres agotados y cansados, llegan a quemarse y ello es muy propicio para el maltrato emocional y los abusos emocionales.

Nadie da lo que no tiene, si uno no sabe cuidarse, como va a cuidar a sus hijos...?...(SIGUE...)