El trabajo es una vía de autorrealización, unido a otros aspectos.
Cuando las personas eligen por vocación, se generan los mayores índices de satisfacción y felicidad.
Ocurre en tantos caos que la gente se inclinó por una actividad, pudo realizar los estudios y preparación en ella, y posteriormente trabajar ahí, lo viven como un hobby, una pasión, una creación propia.
Otro factor de satisfacción y felicidad en el trabajo, es cuando la gente siente su ayuda a los demás, su contribución a la sociedad, al mundo y a la historia.
El sentimiento de pertenencia a un todo, a un algo mayor que uno mismo, transforma las tareas y actividades cotidianas el algo realmente grande, importante, y valioso.
Por ello se requiere una atención y esfuerzo en el momento de la orientación laboral a los jóvenes, para que tengan las máximas oportunidades de elección y consigan en lo posible acceder a un sector en la sociedad en el que se sientan valiosos para ello y a la vez comprometidos.
Y en los casos en los que la gente tenga un trabajo insatisfactorio y esté sintiendo la inspiración y la fuerza hacia algún otro, le interesa mucho el cambio, cuando se presente la primera oportunidad. Tantas personas que sintieron la inspiración por otro trabajo, que tuvieron la valentía de decidirse, y para ellos comenzó una nueva vida...
Trabajar así por vocación, por gusto, con pasión, supone sentirse como un eslabón en la cadena de la historia, conectando el antes y después, con las aportaciones propias, lo cual otorga el sentido de la transcendencia y sobre todo: vivir con significado.