domingo, 11 de enero de 2015

LAS DESPEDIDAS / FAREWELL



A veces las despedidas son dolorosas, y en otras ocasiones son como un nuevo amanecer. Pueden ser temporales y otras definitivas.

La vida es movimiento, y lo extraño sería que permaneciera todo igual, se va creciendo y nuevas etapas evolutivas se despliegan ante uno, mientras se despiden otras y de niño se va uno desplazando hacia el mundo adulto. Continuos cambios y transformaciones, se van encontrando nuevas oportunidades, y se van yendo otras y así las personas, vienen gentes diferentes y otros se van.

Por ello la angustia, el dolor, la desesperación, ira, y tristeza están presentes. Hasta que la persona va siendo consciente de que aquello que se fue ya no vuelve más. Y entonces a mucha gente esto les sirve para entender mejor la vida, es el presente, el aquí y ahora lo que hay, así disfrutan más de los pequeños detalles y de todo en general.

El sufrimiento mayor surge al mirar atrás, desear que todo continúe como antes. Y ello es imposible, así que genera aún más frustración. A veces la gente en casos de fallecimiento de algún familiar, se siente muy culpable, tal vez por la frustración de no haber hecho todo lo posible para impedirlo. Y otras veces esas culpas pueden haber surgido por la hostilidad que sintió por esa persona mientras vivía.

Es el momento de activar la inteligencia aplicada y dirigir las emociones. Si la realidad es cambio, las mejores energías pueden ser dirigidas a observar el presente y disfrutar en él. Por instinto de supervivencia también, se sabe que cuando no hay mas remedio, dedicarle tiempo al pasado es prolongar una agonía y quien sabe, meterse en problemas en el presente, tal vez por no ser atendido con todo lo necesario.

Las personas también van aprendiendo continuamente sobre despedidas, desde niños, como las muertes, las estaciones del año, cursos que superan, juguetes que se pierden o rompen, y hay muchas personas que ya lo van asimilando gradualmente.

Suele ocurrir que los nuevos amaneceres, siempre traen asociada mucha energía, y también sirve para generar mucha fuerza e ilusiones para los siguientes objetivos. Es muy significativo que las personas que han desarrollado su dimensión espiritual, asimilan los cambios, despedidas y pérdidas, con mayor aceptación.

Algo importante y lógico a tener en cuenta, es que cuando las personas se sienten más equilibradas y psicológicamente más fuertes, las embestidas por las pérdidas y los cambios, les perjudican menos. Este es otro factor de peso para aprender a cuidarse, ya que sufriendo de ansiedad, depresión, estrés y otras situaciones psicopatológicas, cualquier desestabilización producida por un hecho en la vida, puede agravar la enfermedad mental. Tardando más tiempo en recuperarse y de paso con un alto costo para las vidas.