domingo, 14 de septiembre de 2014

EL AUTOCONTROL / SELF CONTROL


El autocontrol es un proceso mental que se relaciona con la capacidad para gestionar, dirigir y organizar las actividades, interacciones con la gente y decisiones de la vida, manejando y dirigiendo los propios estados de ánimo, emociones, deseos y comportamientos y así elegir las opciones apropiadas para cultivar las relaciones de pareja, familia, amigos, sociales, y laborales de la vida. 

Las causas de la pérdida de control, son múltiples. Cada persona es un mundo y además el contexto donde se halle el sujeto, influye esencialmente. 

La mayoría de las veces que se producen los descontroles, están relacionados con las carencias en el manejo de los impulsos agresivos, dificultades en la gestión del orgullo, la frustración, la rabia, baja autoestima, inseguridades, la agresividad,  y en conjunto, de las emociones y estados de ánimo. 

Otras veces se pierde el control por la falta de información y la carencia de todos los datos que configuran una situación, así como por el tipo de expectativas que se posean sobre la vida, el mundo y sobre el “sí mismo”. 

A veces tener esquemas equivocados sobre esos aspectos, produce confusión, envidia, frustración y rabia y esto lleva a descontrolarse. La impulsividad y el mal humor crecen y las decisiones se vuelven muy precipitadas, eligiendo la opción que lleva al fracaso,  o bien el sujeto se bloquea y al decidir no dar el paso, también es una decisión problemática. 

Otro factor clave a la hora de los descontroles también es el agotamiento, y otras enfermedades psicológicas como las fobias o miedos, la angustia, ansiedad, depresión, obsesiones y el estrés. Cada alteración psicológica de las mencionadas perjudica de una forma determinada. 

En el caso del estrés, la gente suele padecer una restricción y limitación mental muy importante ya que sus horizontes con tanta presión pierden amplitud y las decisiones pueden estar impregnadas de impulsividad. 

Conviene lo primero para lograr más autocontrol, revisar el tipo de esquemas mentales que uno tiene, lo que piensa sobre el mundo, la vida, la gente, y sobre su persona.  Esas limitaciones y carencias a veces crean distorsiones esenciales en las vidas, y las personas no consiguen canalizar sus energías de forma eficaz, siendo sus decisiones el anticipo de fracasos y problemas. 

En resumen, debido a las propias disfunciones mentales, se tienen muchas dificultades para controlar el mínimo equilibrio personal. A su vez, otro factor central influyente, es la convivencia o cercanía de personas tóxicas, y/o las víctimas de situaciones de acoso psicológico y violencia doméstica, también repercuten de forma contundente en la gente que lo vive y les genera una fuerte pérdida de autocontrol. 

Las soluciones se van generando en un proceso constructivo, mediante lecturas, reflexionando, y si la situación se hace más difícil, con terapia psicológica, así la persona puede evolucionar y crecer, identificando sus trabas y problemas específicos, solucionándolos y avanzando en el propio autocontrol. 

Cuando se ha logrado un equilibrio base en estos aspectos, la persona ya puede hacer importantes avances, mediante la respiración, meditación, el ejercicio físico y las visualizaciones, conseguirá un dominio de su vida. 

Y atención, hay que tener en cuenta que estas medidas por sí solas se convierten en insuficientes. Por mucha respiración profunda, si la frustración y la agresividad es fuerte, o la envidia, o el sufrimiento, o el miedo, o la angustia, entre otros, no conseguirá llegar a tener autocontrol.  

Así, se convierte en esencial, desarrollar una madurez suficiente y avanzar, para llegar a aplicar las medidas concretas como la respiración profunda, el deporte, afirmaciones, visualizaciones y decisión con más eficacia. 

Y como sugerencia, leer sobre autoestima, confianza en sí mismo, asertividad, todo ello ayuda a la comprensión sobre los humanos y circunstancias de la vida, y sobre todo de la propia.