lunes, 24 de marzo de 2014

PIERNAS Y PAREJA / LEGS & COUPLE


En la comunicación "no verbal", en general, las piernas cumplen la función de ser pilares de las emociones. En realidad la persona, en la postura "sentada", que cruza las piernas, está bloqueando o cerrando el flujo de emisión.

Se cree, salvando casos particulares que al poner la pierna derecha sobre la izquierda, se están bloqueando las emociones y como si se estuviera ejerciendo un importante control y cuando la que se apoya es la izquierda sobre la derecha, fuera el resultado de activar emociones de insatisfacción, inseguridad, el complejo de inferioridad. En realidad esto se fundamenta en que el lado izquierdo del cuerpo se controla desde el lado derecho de los hemisferios, el mundo emocional. Y el lado derecho del cuerpo, se gestiona desde el hemisferio izquierdo, representando este el análisis y control.

Cuando las piernas y pies se giran alrededor de las dos patas delanteras, representa una inseguridad, una necesidad de buscar apoyo porque se está nervioso. Si además se acompaña por el pecho encogido, lo que muestra el conjunto es una inseguridad y necesidad de ser invisible. Incomodidad y malestar.

Cuando las piernas están muy estiradas hacia adelante, representan una necesidad de dominio, de intentar abarcar el territorio del otro, como una prepotencia y en parte avasallamiento. Claro en realidad las posturas de uno, están en función de como se considere o considere ese momento o actitud hacia el otro. Es el baile de los dos interlocutores, no sólo cómo se vaya posicionando uno, sino como actúe el otro. Si a esta posición le acompaña el torso y hombros hacia atrás, da un poco la impresión de abandono, dejadez, como que todo diera un poco igual.

Otra postura, es cuando uno necesita un recogimiento por introversión, timidez o inseguridad en el escenario de la conversación, cruza los pies y los suele como "esconder" debajo de la silla. Le cuesta y ello sugiere una ausencia de espontaneidad. O mucha incomodidad, según se mire. A esta postura la suele acompañar el pecho inclinado hacia adelante, lo cual implica falta de seguridad y de confianza en sí mismo.

Cuando la persona sentada, adelanta un pie y el otro está atrás como en postura de inicio de la marcha, refleja una importante incomodidad, como si estuviera deseoso de fugarse y marchar, es la postura de querer terminar. Lo cual pone en evidencia o sus nervios y malestar, o que le está dando muy poca importancia a esa relación y no quiere perder tiempo.

Liberar las piernas hacia una pose normal, piernas separadas a la anchura de las caderas y pies apoyados en el suelo es como equilibrar el conjunto mente cuerpo.

Por todo lo anterior, ante el observador experto, ni siquiera hace falta que el otro elemento de la pareja se "exprese hablando" en su totalidad. Mirando la postura de las piernas del otro, al estar sentado, se puede obtener mucha información, sin que se de cuenta. Y sabiendo que "las palabras pueden mentir", pero "los gestos no" (a menos que uno sea todo un experto en gesticular manipulando conscientemente), uno puede recopilar muchos detalles de las emociones.