miércoles, 23 de octubre de 2013

UFFFF NO PUEDO CON MI CABEZA ¡ / MY GOOOOD I CANNOT WITH MY HEAD ¡¡¡


Uff... que mal..., el despertar de una noche de alcohol y coca, Diosss uff ¡, no puedo con mi cuerpo, ni con mi cabeza, está espesa, oscura, confusa.... el cuerpo, no lo puedo mover, me duele el hombro, la espalda, mi estómago, las piernas, no puedo¡. Tomaré algún analgésico, y también algo para el estómago. Qué vida, horrible, me gasto el dinero que gano en droga, soy un desastre, no puedo, no me controlo, para qué empezaría, café, necesito café también... 

Pasadas dos horas con ese horrible cuerpo y cabeza, cuando ya hicieron efecto los cafés, los analgésicos y las pastillas para el estómago, de nuevo la luz llega a esa persona: ah, tengo que llamar a X para la tarde, tenemos que comprar la coca, sí que a la noche hay cena.... ( y otra tarde-noche más de coca y alcohol) y así un día tras otro. 

Una vida día a día para ponerse a tono. Y así claro, manteniendo un trabajo desastre con la mente arrastrada y sonánbulos y todo el dinero para "la juerga". Hasta que el cuerpo aguante ¡ Pues hay gente que esto es lo cotidiano y lo frecuente para ellos. Vivir de intoxicación en intoxicación, para ellos de juerga en juerga. Coca más alcohol a diario, la raya siempre lista para cuando no se puede con el cuerpo, o para cuando casi no se puede pronunciar al haber bebido tanto, con la rayita se pone la lengua más firme y la mente más clara, eso sí, unos minutos. 

Pero "no problem", cuando uno ha bebido a tope, otra raya más, no importa... y así hasta las tantas. Es obvio que cada persona se monta su vida y hay que respetar a todos, y si uno se va metiendo en una espiral que lo absorbe, le ata y lo deja muerto, pues quien sabe, puede que todos los días de su vida se arrepienta, pero ahora ya no puede, es tarde... Lo terrible es la gente que tienen alrededor, familiares que les quieren y que sufren todos los días con ellos. Por eso a veces cuando la gente desea separarse, para los que no comparten esa vida, también hay que respetarlos, las personas que no desean vivir con un infierno al lado, también tienen su derecho a elegir. 

Probablemente han intentado ayudar durante años, y no se les hizo caso. Ahora ya es tarde. En realidad en una parte de ellos, aman a su compañero, pero no aman lo que les queda de vida con ellos: enfermedades, hospitales y visitas a médicos, quejas y sufrimiento. 

Al fin las personas que beben y se drogan eligieron eso en una parte de ellos, lo vieron venir, porque tienen otros testimonios de gente que hace lo mismo, y como dice Albert Bandura, también uno puede aprender observando a los otros. Probablemente ni pudieron, ni supieron en su momento retirarse a tiempo, o no encontraron un poquito de fuerza personal en su interior para ponerse a tratamiento. 

Sí, los psicólogos pueden ayudar a las personas que lo desean a salir de ese infierno, mejor cuanto antes. Siempre que uno ponga la intención, las energías crecen (Wayne Dyer, El poder de la Intención).