La bulimia es una enfermedad mental importante. Las personas que la padecen acostumbran a ingerir grandes cantidades de comida en un corto espacio de tiempo, la mayoría de las veces son alimentos de muchas calorías. Suelen comer cuando están aburridas, o tristes o estresadas o deprimidas o tienen miedo o ansiedad. Cualquier emoción desestabilizadora puede ser el disparador para comer. Incluso se levantan a comer por la noche para calmar el hambre. A continuación parece que se han tranquilizado por los hidratos ingeridos, pero comienzan a sentirse muy culpables y al fin malestar y arrepentimiento, en muchos casos a continuación vómitos y laxantes.
Esas comilonas obedecen a un descontrol del impulso de comer que no pueden parar y que han asociado momentáneamente a bienestar ya que calma la ansiedad. En realidad así no solucionan nada sino que complican más la situación. Puede pasar desapercibido para los familiares ya que algunas personas con esta patología tienen peso estándar, en otras ocasiones sí existe obesidad. Los familiares se pueden sorprender a veces observando la variación de cantidad de alimentos existentes: !! si para una persona era imposible comer todo eso !!.
Esta patología, la bulimia puede ser purgativa, vomitan o toman laxantes. El vómito les puede producir serios desequilibrios y enfermedades importantes. En la no purgativa tratan de compensar al día siguiente con regímenes muy estrictos o realizando ejercicio físico. Esta enfermedad síntoma, pertenece al grupo de los trastornos alimentarios y suele aparecer en una base de personalidad esquizoide, histrionica, obsesivo compulsiva, pasivo-agresiva, dependiente, etc.. con una base importante de ausencia de autoestima y seguridad.
Los familiares pueden estar atentos a la desaparición rápida de mucha comida, o si la persona suele ir al baño inmediatamente después de comer. Con ello pueden intervenir para que se ponga remedio y se solucione su o sus enfermedades básicas. La persona con bulimia sí es consciente de su enfermedad aunque evite acudir al psicólogo. Estas personas también tienen el agravante de las complicaciones médicas que son múltiples, llegando a desarrollar cantidad de enfermedades.
Esas comilonas obedecen a un descontrol del impulso de comer que no pueden parar y que han asociado momentáneamente a bienestar ya que calma la ansiedad. En realidad así no solucionan nada sino que complican más la situación. Puede pasar desapercibido para los familiares ya que algunas personas con esta patología tienen peso estándar, en otras ocasiones sí existe obesidad. Los familiares se pueden sorprender a veces observando la variación de cantidad de alimentos existentes: !! si para una persona era imposible comer todo eso !!.
Esta patología, la bulimia puede ser purgativa, vomitan o toman laxantes. El vómito les puede producir serios desequilibrios y enfermedades importantes. En la no purgativa tratan de compensar al día siguiente con regímenes muy estrictos o realizando ejercicio físico. Esta enfermedad síntoma, pertenece al grupo de los trastornos alimentarios y suele aparecer en una base de personalidad esquizoide, histrionica, obsesivo compulsiva, pasivo-agresiva, dependiente, etc.. con una base importante de ausencia de autoestima y seguridad.
Los familiares pueden estar atentos a la desaparición rápida de mucha comida, o si la persona suele ir al baño inmediatamente después de comer. Con ello pueden intervenir para que se ponga remedio y se solucione su o sus enfermedades básicas. La persona con bulimia sí es consciente de su enfermedad aunque evite acudir al psicólogo. Estas personas también tienen el agravante de las complicaciones médicas que son múltiples, llegando a desarrollar cantidad de enfermedades.